Hay cuatro cualidades que cada diamante debe poseer y que, a su vez, les hace diferentes unos de otros.
Estas son: color, calidad, talla y peso en quilates.
Y son los estándares aceptados a nivel global para evaluar la calidad de un diamante.
Se define con respecto a cómo interactúan con la luz los lados de un diamante.
Se rigen por la simetría, la proporción y el pulido.
La talla muestra la belleza de una gema de una forma más destacada que ningún otro factor.
La talla es tan importante porque si no se talla bien un diamante se verá apagado aunque tenga un alto grado de color y claridad.
Si el diamante está correctamente tallado, reflejará y refractará la luz con un brillo y resplandor extraordinarios.
La talla es la única que se ve afectada por la mano del hombre, y es la responsable de la calidad y el nivel de brillo de un diamante.
Hay tres factores que atañen a la talla de un diamante:
PRECISIÓN DE LA TALLA : CÓMO SE RELACIONAN LOS ÁNGULOS Y EL TAMAÑO CON LAS DIFERENTES PARTES DE LA GEMA
SIMETRÍA : CON CUÁNTA PRECISIÓN SE ALINEAN Y SE CRUZAN LAS DIVERSAS FACETAS DE UN DIAMANTE
PULIDO : LOS DETALLES Y LA POSICIÓN DE LAS FORMAS DE LAS FACETAS Y EL ACABADO EXTERIOR DEL DIAMANTE
La calificación más alta del sector se otorga a los diamantes que tienen una puntuación de "excelente" en la talla, la simetría y el pulido.
TALLA BRILLANTE: es la distribución de facetas más famosa, compuesta por caras triangulares y en forma de rombo, todas ellas preparadas para optimizar el brillo o el retorno de la luz. La más brillante de todas es la de los diamantes redondos, formados por 57 o 58 facetas.
Los diamantes en talla cojín, ovalada, marquesa, con forma de pera y de corazón también se tallan usando el estilo brillante y poseen un brillo similar al de los redondos.
Mide la pureza y la singularidad de la piedra. Se califica en función de la visibilidad de estas características bajo una ampliación de 10 aumentos. Un diamante se le califica como libre de imperfecciones si, bajo una ampliación de 10 aumentos, no es visible ninguna inclusión ni ninguna mancha.
Las inclusiones de los diamantes son imperfecciones internas, que son registradas según este gráfico:
LI - Los diamantes están libres de imperfecciones
LII - Los diamantes están libres de imperfecciones internas
MMS1 MMS2 - Los diamantes tienen inclusiones muy, muy sutiles
MS1 MS2 - Los diamantes tienen inclusiones muy sutiles
IS1 IS2 - Los diamantes tienen inclusiones sutiles
I1 I2 I3 - Los diamantes son imperfectos
La claridad del diamante importa, dado que un diamante con un bajo grado de claridad tiene múltiples inclusiones, lo cual afecta considerablemente al brillo. Las inclusiones impiden la buena refracción y el retorno de la luz, cuanto más bajo sea el grado de claridad, más opaco será el diamante.
Se refiere al tono natural inherente a los diamantes blancos, dado que en la naturaleza la mayoría de los diamantes blancos tienen un ligero tono amarillo. Cuanto más cerca está un diamante de ser "incoloro", más perfecto es. Se califican en base al color en forma de letras: de la D (incoloro) a la Z (amarillo claro). Y se registran según el siguiente gráfico:
DEF - Incoloro
GHIJ - Casi incoloro
KLM - Amarillo pálido
NOPQR - Amarillo muy claro
STUVWXYZ - Amarillo claro
El color es la segunda cualidad más importante dado que afecta directamente a la visibilidad de la piedra. Los diamantes con un grado de color mediocre pueden verse amarillentos, en vez del color blanco brillante querido.
Denotan el peso de un diamante, no su tamaño. Un quilate equivale a 0,20 gramos.
El peso en quilates varía dependiendo de las formas de los diamantes: redonda brillante, princesa, pera, ovalada, cojín, marquesa, esmeralda, radiante o de corazón.
Un diamante puede tener un peso en quilates más elevado sin que tenga que tener mayor tamaño.
El peso en quilates no determina el precio de un diamante, puede variar según la claridad, el color y la talla.