La "mano de Fátima", o también llamada "Jamsa" interpreta bendiciones, poder y fuerza. Además ofrece protección contra el mal de ojo y está visto como un amuleto protector. El pueblo árabe solía ponerla en las puertas de las casas para proteger los hogares y familias; también añadir que el cinco es el número considerado de la buena suerte en su cultura, puesto que los cinco dedos del Jamsa tienen el poder para proteger.
Historia del significado de la Mano de Fátima
Mahona, fundador del Islam, tenía una hija, bella y virtuosa Fátima, a la que los musulmanes veneran.
Ésta en una ocasión estaba ocupada en la cocina cuando repentinamente llegó su marido, Alí. Cuando lo oyó, ésta dejó su faena y fue a recibirlo. Pero cuando llegó quedó sumamente afligida al ver como su esposo iba acompañado de una jover y bella concubina.
Entonces, Fátima guardó silencio y se llevó sus tormentos de vuelta a la cocina. Metida en sus oscuros y tristes pensamientos no prestó ninguna atención a lo que estaba desempeñando: tenía una cacerola al fuego con agua para un caldo, ¡hirviendo! Pero más atenta a su aflicción que a su trabajo, metió la mano dentro y empezó a remover el guiso.
Tan distraída estaba que no sintió dolor alguno, pero su marido vio lo que la estaba pasando, y horrorizado fue hacia ella gritando. Es entonces cuando Fátima se dio cuenta de que su mano se estaba quemando y la sacó.
Desde entonces "la mano de Fátima" ha sido un símbolo muy importante entre los musulmanes. Trae buena suerte y dota de las virtudes de paciencia, fidelidad y fertilidad, junto con su poder de protección, sobre todo en las embarazadas.