El Pilar de nuestras vidas

La Virgen del Pilar es una de las más conocidas y veneradas en toda España siendo visitada cada año por cientos de miles de personas que se acercan hasta la basílica de Zaragoza.

Pero, al contrario de lo que muchas personas piensan, el nombre de Pilar no proviene de esta virgen (quien en realidad es una representación de la Virgen María), sino de la columna de jaspe sobre la que está colocada la imagen.

Según cuenta la leyenda, y de la que la primera constancia escrita no aparece hasta finales del siglo XIII, parece ser que en ese lugar de Zaragoza (por aquel entonces bajo dominio del Imperio Romano y llamado Caesaraugusta), estuvo predicando el evangelio el apóstol Santiago y al que se le apareció María, madre de Jesucristo, el 2 de enero del año 40.

Tiempo después, sobre ese mismo lugar, empezó a levantarse un templo en el que venerar a la Virgen María cuya imagen fu colocada sobre una columna de jaspe (comúnmente conocido como pilar) y que con los años se convirtió en la conocida ‘Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza’.

Multitudinarias fueron las peregrinaciones que comenzaron a llevar hasta allí a numerosísimos feligreses que iban a ver y venerar a la virgen que estaba sobre el pilar por lo que la referencia que se le dio al lugar sobre el que reposaba tal representación fue lo que realmente dio origen al nombre Pilar y no la virgen en si.